jueves, 6 de enero de 2011

INICIAMOS AÑO DANZONEANDO.......VENGA....


UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño
División de Artes y Humanidades
Escuela de Artes Plásticas
(Ex Claustro de Santa Maria de Gracia)
Departamento de Artes Escénicas.
 

FORMAS MUSICALES DEL FOLCLOR MEXICANO

EL   DANZON

Adrian García Cabral
14 de octubre de 2010


 
¡Heeeyyy Familia Danzón dedicado a…! Frase célebre que nos remite a los viejos salones de baile de la capital mexicana y que nos llena de imágenes sonoras y visuales de un tiempo que ya paso, de sensaciones de libertad y elegancia, de compañerismo y galanteo de, olor a playa, de vestidos blancos y abanicos, nos remite  a Veracruz, de películas viejas mexicanas, de voces cubanas hermanadas  con México a partir de su música y sus bailes, de una danza que se baila en un tabique, de ritmos cadenciosos, suaves y cálidos que permitían más que nunca el acercamiento de los cuerpos de las parejas que lo practicaban, de una música que le dio al pueblo un florecimiento de músicos, compositores y bailadores conectados con sus raíces, con su esencia  afrolatina, con el pulso vital de la sangre al moverse , acompañadito y luciéndose, pues el danzón tiene mucho de escénico, de farandulero de mostrarse a los otros, de lucirse con pasos de fantasía, una danza acompañada con música hipnotizante y seductora, propiciatoria para el encuentro carnal, y bailar en grupo , de multitudes, de niños, jóvenes y viejos en comunión con un ritmo enloquecedoramente rico. Que te cala en los huesos, en la piel en la sangre y te levanta del asiento, a solicitarle a la señorita ¡me concede esta pieza!, y sentir que la vida te regresa cuando te contesta, ¡sí!, y te dejas llevar por un instante al cielo, compartido por otros seres de la tribu de lo que bailan para estar en comunión. El danzón en el que a partir de 11 tiempos marcados en reducido cuadro imaginario, que no puede rebasar los tacones altos y los zapatos de punta de charol, un pequeño descanso durante el cual está permitido abanicarse o sacar el pañuelo. Un son montuno en el que la pareja se despega y puede hacer figuras de fantasía, y terminar repitiendo los primeros acordes y vueltos a la posición inicial.  





¡Pero! ¿Y cómo llego a México el Danzón?, ¿quién lo invento?, ¿Qué onda con este mágico ritmo?

El danzón como actualmente lo conocemos, tiene sus orígenes en la contradanza cubana y de la primera expresión vocal autóctona de Cuba, la habanera. Es en el año de 1791 que se genera en la isla de Haití una revolución de esclavos  de los centros azucareros contra los patrones y mayorales franceses que los explotaban y vejaban, esta ola migratoria del 1798 de hacendados franceses que huían de la revolución haitiana, con sus sirvientes africanos y criollos hacia Santiago de Cuba, llevaron con ellos sus costumbres, idioma, cultura, manifestaciones artísticas y su forma de bailar de nombre Contradanza, esta forma de bailar da paternidad a la Contradanza Cubana gracias a su música, la Contradanza Francesa y el Minué son la danzas que mayor influencia tuvieron en los isleños, la Contradanza tuvo, desde mediados del siglo XVIII hasta más allá de la mitad del siglo XIX, dos momentos fundamentales. En primer lugar vino a través de España y en Cuba se le insertó la célula rítmica de origen africano conocida como la conga, y después recibió el aporte musical franco-haitiano, tras una sedimentación de más de medio siglo en tierra cubana de este grupo de emigrantes. La Contradanza Cubana dio pie a la Danza Cubana que con su tiempo lento y melancólico proveyó espacio a la estrofa cantada y de ahí a la Habanera, primera expresión vocal propiamente cubana. En ésta la influencia africana está en el ritmo tango Congo de origen bantú y la presencia hispánica en la melodía y el verso.  El desarrollo de la Contradanza Cubana y La Habanera llevó a la creación de otros géneros musicales propiamente cubanos, que estuvieron muy vinculados a la transición de la Orquesta Típica a la Charanga Francesa. En orden cronológico de origen podemos mencionar a: el Danzón, el Danzonete, el Danzón de Ritmo Nuevo (Danzón Mambo), el Chachachá y la Pachanga; todos ellos asociados, principalmente, al formato instrumental de la Charanga Francesa.
En el 1879 el músico matancero Miguel Faílde estrenó su Danzón "Las Alturas de Simpson" en el Liceo de Matanzas con la orquesta que dirigía. "La contradanza...había sufrido un proceso de criollización paulatina, que devino la danza cubana, dueña de una mayor libertad expresiva, asentada, en lo coreográfico, en la pareja enlazada con evidente influjo afroide en su ritmo. Precisamente, al aumentar sus partes formativas, al extender su tiempo bailable, se le empezó a dar el calificativo de danzón. En sus primeras etapas, el danzón era interpretado por un conjunto denominado Orquesta Típica que incluía en su formato: cornetín, trombón de pistones, figle, dos clarinetes, dos violines, contrabajo, timbal y güiro... La orquesta típica fue sustituida por una orquesta denominada Charanga Francesa, cuyo formato instrumental lo integran: flauta, piano, instrumentos de madera (principalmente dos o tres violines y contrabajo, pudiendo incluir también viola o violoncelo) y percusión (timbales o pailas y güiro).

 
                                Miguel Faílde                 
Sobre el significado de ambos nombres, "contradanza" y "danza," se han emitido diversas opiniones por escritores costumbristas e historiadores. Si bien la palabra "danza" ha alcanzado siempre a todos los géneros bailables, en Cuba antiguamente se llamó "contradanza" al baile importado por los franceses, dentro del cual nació, como se menciono anteriormente, de esa adaptación cubana, más tarde, y como una derivación de la "contradanza," surgió la "danza," precursora del danzón.

  
"Contradanza" inglesa de 1300, inserta en la obra "Musical Forms".

De origen el danzón (1879 al 1880) era la danza la que se bailaba, ya fuera está la de "seis por ocho" o la de "dos por cuatro." Este género fue siempre un baile característico de Cuba; se bailaba en pareja y alcanzó gran preponderancia en la primera mitad del pasado siglo, olvidada o pasada de moda la "contradanza" con sus diversas figuras o variantes. Como todos los bailes de esta clase, la danza se bailaba más o menos libremente, según el ambiente en que se desenvolvía.
La formula rítmica corriente de la música vernácula cubana,           esto es, dentro del compás binario, un ritmo "dáctilo" y un "anapesto," sirvió de base al citado profesor matancero Failde, fallecido en 1922, para la formación de un nuevo ritmo, con solo ligar la última doble corchea del primer tiempo con la primera del segundo. Y en una serie interrumpida de esos valores, dispuestos así            tomo su asiento el danzón, cuyo ritmo es lógicamente inalterable, refiriéndose solo a su forma las distintas variaciones que ha sufrido en distintas épocas, en cuanto al número y extensión de sus partes y a las melodías que lo integran.
Muchos lo consideran musicalmente un disparate lo han calificado a la ligera, sin estudiar su verdadera estructura, pues este baile se escribe dentro de la gráfica más correcta y su morfología está claramente definida.
La estructura musical del danzón es una especie de rondó que se desarrolla bajo el esquema AB-AC-AD-AF, es decir, (A) introducción que después se torna en estribillo, (B) desarrollo del primer tema, (A) estribillo,(C) desarrollo del segundo tema, (A) estribillo, (D) ocasionalmente, desarrollo del tercer tema, (A) estribillo, poco acelerado al final que resuelve en (F) "montuno" final, ligeramente más vivo. Como en los temas B, C y D pueden acomodarse las melodías de canciones populares de cualquier nacionalidad, trozos de ópera o de piezas muy conocidas, el danzón adquiere una gran versatilidad que le permite ser fácil y francamente aceptado en diferentes ámbitos. Se conoce la simpática descripción, muy gráfica por cierto que hace un anónimo bailador al decir que "...para bailar, el hombre debe colocar el brazo izquierdo en escuadra lateral sosteniendo la mano derecha de su compañera, y luego, apoyar su propio meñique derecho extendido sobre la cuarta vértebra (de abajo p'arriba) de su pareja".

    
 Desde el siglo pasado a México, llego un ritmo suave y cadencioso, que permitió más que nunca el acercamiento de los cuerpos de las parejas que o practicaban, a la vez que  le dio a la música popular una nueva vertiente para que compositores e intérpretes , recrearan , innovaran e interpretaran  y reinventaran. El danzón al nacer en Cuba, pero al igual que otros géneros musicales a México llego para quedarse, incluso entre los mismos músicos hay quien dice que nació en suelo mexicano y es que a diferencia del cubano el nacional incorporo variantes  y elementos que le dieron  a este estilo musical una connotación propia, única, diferente. En nuestro país se inicio la costumbre de bailarlo pegadito, cuerpo a cuerpo, sin los sobresaltos de su antecedente de la isla caribeña la habanera. El danzón dice en su poema “danzonario” el investigador. Jesús Flores y Escalante llego  a México en uno de los barcos que iban y venían a la isla. En pocos años todas las orquestas de baile y cabarets, incluyeron en su repertorio danzones cubanos y mexicanos, algunas veces inspirados en viejos tangos y foxtrots, y algunas otras compuestas ex profeso. Desde Agustín Lara, Luis Alcaraz y Ricardo Palmerin, hasta Francisco Gabilondo Soler Cri-Cri-, dieron al nuevo ritmo una amplísima gama de variaciones que iban del toque melancólico y romántico a la interpretación infantil y festiva.
La radio fue el vehículo a través se difundió este género musical que muy pronto impuso sus reglas, 11 tiempos marcados en reducido cuadro imaginario que no han de rebasar los tacones altos y los zapatos de puntas de charol, un pequeño descanso durante el cual está permitido abanicarse o sacar el pañuelo. Un son montuno en el que la pareja se despega y puede hacer figuras de fantasía, finalmente repetición de los primeros acordes y vuelta a la posición inicial. 
¡HEEY! FAMILIA, DANZON DEDICADO A LUIS BENJAMIN. 
En la capital mexicana el salón México, mejor conocido como el marro, se hizo famosos principalmente por las bandas y orquestas que ahí tocaban, los grupos de Prieto y Dimas del negro Acerina, de Juan s, Garrido la danzonera concha y el son clave de oro entre otros amenizaron los ratos felices de ricos, de incipientes clase medieros y de pobres que bailaban unos junto a otros sin  que mediaran distinciones sociales.
Hasta su fin ocurrido en los años 50, el salón México fue semillero de grandes bailadores de danzón que a la manera  tradicional, permitieron a generaciones posteriores conocer, practicar y enseñar este ritmo. Asomarse a los salones de baile que aun sobreviven  y observar a las parejas que cadenciosamente llevan el  paso cada quien en su cuadro imaginario es constatar que el danzón a 100 años de su aparición continua en las preferencias del respetable público mexicano de todos los rincones del país.
Junto al salón México,  la indiscutible catedral del danzón, también brillaron en la capital mexicana otros salones de baile, el respetable público amante del danzón seguramente recordará al famosísimo Guaykiki , al Smirna dancing club, al salón colonia, al salón california y al salón Los Ángeles, estos tres últimos aun en plena actividad siguen dando batalla para que los bailadores profesionales y aficionados semana tras semana dejen caer la polilla con sus peculiares  vestuarios, nuevos pasos de fantasía y su gusto de todo el día por bailar danzón. El salón colonia fundado a principios de los años 20, fue conocido también con los nombres de el cocol , el cocoliso y el colegio, en sus pistas todos los ritmos incluyendo al danzón se bailan de una manera muy especial adoptando características muy del salón colonial, sus bailadores fieles desde las primeras décadas vieron como El salón colonial se convirtió de un modesto jacalón en una de las leyendas más populares de la vida dancística de México, su presencia en la vida urbana fue tan importante, que intelectuales, artistas y políticos acostumbraban convivir con todo tipo de público solo por el afán de mover los pies al compas de las mejores danzoneras de México como la de Juan S. Garrido, la de Prieto y Dimas o la de Emiliano Martínez.

 
De las pistas del colonial algunas  afamadas bellezas como Rosa Carmina, Ninon Sevilla pasaron a las pantallas del cine nacional. El california dancing club fue también uno de los salones  más populares de la décadas de los 30 y los 40., el california conocido con el sobre nombre de el caliente o el caliche fue pista de campeones, y entre sus muros resonaron las mejores danzoneras, la de Alfredo el güero llamas, la de Noé Fajardo y la de Acerina, muchas historias de amor y de desamor, se escribieron y se siguen escribiendo en estos salones, en donde ricos y pobres olvidan sus problemas cotidianos y se entregan al deleite de la música y el baile.
Legendario también es el salón los Ángeles, que recientemente cumpliera ya 60 años de su fundación, haciendo honor a la frase de quien no conoce los Ángeles no conoce México, continua siendo un centro de reunión de cientos de capitalinos, ubicados en el corazón de la colonia guerrero, ofrece diferentes géneros musicales para todos los gustos y contra lo que pudiera pensarse vive en la actualidad , una nueva época de oro, a este salón acuden quienes gustan de bailar y quienes les gusta ver bailar , por que observar a las parejas que con maestría y elegancia unen sus cuerpos al calor de la música es también un grato placer, de ahí que muchos salones organicen bailes de exhibición con el propósito de complacer a los espectadores, en el salón los Ángeles los bailadores siempre tienen un numeroso público, que se sienta en derredor de las pistas y evalúa la actuación, de las parejas, algunas se roban el corazón de los conocedores por su ejecución y perfecta sincronía y su coordinación. Otras atraen por sus finas piruetas, también están aquellas que atraen por su indumentaria y su indiscutible elegancia. Sea como sea los salones de baile de la ciudad de México como el california, los Ángeles, el colonia y el salón México, se mantienen en la preferencia de muchos bailadores, decididos a conservar viva la tradición del danzón más allá del año 2000


  Existen varias versiones del origen del danzón, pero la que creemos más lógica es la que cuenta que Faílde, al alargar la duración de las danzas, que eran cortas, y agregarle repeticiones a la introducción para que sirviera de descanso a los bailadores, dijo: “Esto no es una danza, es un danzón”… No sería exactamente así pero es absolutamente lógico que si Miguel Faílde tomó el modelo de contradanza existente y le redujo el tempo, para mejor entendimiento la velocidad del ritmo, la pieza quedó alargada, de ahí que se le dijera danzón a este tipo de danza.En Cuba se bailaba la contradanza traída por los españoles al estilo de los salones en España, según investigaciones realizadas por la doctora Zoila Lapique, de la Biblioteca Nacional José Martí. Por lo tanto, nos inclinamos a estimar que en el Liceo de Matanzas, donde tocaba la orquesta de Faílde danzas, rigodones, minuets y otros géneros, las danzas o contradanzas como formas musicales eran de procedencia española.
Entrada del danzón en México
Hay algunas versiones sobre la llegada de nuestro danzón a México pero la que a nuestro juicio tiene mayores probabilidades de certeza es la que se refiere a las giras artísticas al hermano país de la compañía de Bufos Cubanos en el último cuarto del siglo XIX, con sus obras costumbristas de teatro, sus carachas y cantos diversos que incluían por lo menos uno o dos danzones. Recuérdese que desde 1879 ya se bailaban danzones en los salones sociales de Cuba, una vez que este género fue admitido en las sociedades de la aristocracia, la burguesía y la llamada clase media.
  Veracruz y Yucatán son puertos de entrada de nuestro danzón a México, según otras versiones que no son del todo desechables, y tiene soporte por la cercanía a las costas cubanas y el intercambio que se realizaba entre esos estados y nuestro país. Músicos cubanos que tenían orquesta propia o formaban parte de otras, visitaron esos territorios y la capital y se conoce positivamente que uno de ellos fue el reputado compositor e instrumentista José Urfé, quien también llevó sus danzones a México a inicios del siglo XX. El danzón, pues, pasando por el Estrecho de Yucatán, conquistó a la blanca Mérida y su estado y penetró después en Veracruz donde sentó sus reales. Esta es otra versión o manera de explicar la entrada de nuestro género por Yucatán y Veracruz.
Desde los primeros años del siglo XX surgieron y proliferaron en el Distrito Federal (D.F.) salones de baile que sirvieron para bailar valses, tangos, blues y danzones. En 1905 surgió el primer salón verdaderamente danzonero, en el barrio de Indios Verdes, con el nombre de La quinta corona; meses más tarde surgió El mercado de las flores, al que visitaban casi exclusivamente las personas más humildes, pues los de la clase media eran criticados si allí iban a bailar. El salón tenía el nombre de Mercado Mignón.
Desarrollo de los salones de baile
El salón de La quinta real, situado en la Calzada de Guadalupe, era visitado por boxeadores además de un público variado; no boxeadores profesionales precisamente, sino púgiles de ocasión que eran bailadores de los barrios de Guerrero y Peralville, muy dispuestos a pelear, lo que duró muchos años. En la Plaza de Santos Degollado fue fundado otro salón, y allí surgieron los primeros concursos de baile de danzón que con el tiempo, en los principales salones, constituían el mejor y más popular evento. En 1908 surgió otro salón, la academia Metropolitana, donde surgieron mediante concursos los primeros campeones. Ese año se abrió en Indios Verdes el salón La quinta de los sabinos y al siguiente año el Lecumberri, el Cervantes, el Bucareli Hall y el Olimpia —llamado después Progreso— en los altos del teatro Díaz León. En 1910 el Alhambra, más tarde el Tivolito, luego el Azteca y así hasta alcanzar una buena cantidad de salones que muchos bailadores tenían como “las catedrales del danzón”.
En 1920 fue inaugurado el más importante de todos, el Salón México, formado por varios salones en el mismo edificio, nombrados Renacimiento, de los Espejos, Tianguis, el Maya y el Azteca. El México era conocido como “el marro” por los asiduos asistentes; sus bailes y sus concursos de distintos géneros, incluido el danzón, resultaban brillantes…
La historia de los salones
Les trae seguramente
Recuerdos a mucha gente
Pues les revive ilusiones,
Y añejas emociones
De su juventud de ayer;
Recordar es un placer
Que al espíritu le damos
Cuando lo que recordamos
Más bello no puede ser.

Orquestas mexicanas
Entre las más antiguas sobresale la de don Luis Arcaraz, que procede del siglo XIX. Las orquestas mexicanas tocadoras de danzones son denominadas danzoneras. A partir de los años 30 del siglo XX se popularizaron en los bailes y en el disco importantes orquestas, entre las que se pueden mencionar La Banda de Sam, la del Chino Flores, hermanos Sánchez Rosado, Molina, Pasquel, Alfredo Castañeda y sus Cometas, entre otras. Por esta cantidad de orquestas danzoneras ya podemos imaginar cuántos bailes se celebraban en la capital mexicana y cuantos bailadores de danzones por esos años había. En 1940 se sumaron muchas más a las orquestas que ya existían, como La Clave de Oro, Cardona y su Danzonera, Miguel Ángel Serralde, Solistas de Agustín Lara, Casino de Monterrey, Marimba Chiapaneca, Toño Escobar y sus Locos, y otras.

El rey del danzón
Así era llamado un cubano: Consejo Valiente Roberts, conocido desde su niñez como Acerina. Muy joven fue para México y allí se relacionó con Tiburcio Hernández, Babuco, otro cubano danzonero. Acerina entró por Yucatán, empezó cargando los instrumentos de una orquesta, aprendió a tocar los timbales, instrumento que lo acompañó por el resto de su vida en la capital mexicana. Juan de Dios Concha le dio oportunidad varias veces de tocar en su orquesta danzonera y pocos años después ya Acerina tenía orquesta propia, que se hizo muy popular y que dirigió hasta su deceso; pero siguió existiendo en los salones de baile del D.F.. No pude conocer personalmente a Acerina, pero sí a la orquesta, y bailé con su música cuando se celebró el Encuentro Internacional del Danzón al que fui invitado en 1994.

Otros músicos cubanos en México
Tomás Ponce Reyes vivió muchos años en el hermano país, tuvo orquesta danzonera y fue profesor de música, pero la mayor parte de su tiempo laboral la dedicó a componer danzones. Uno de sus más populares es el titulado “Salón México” que dedicó a esa famosa catedral del danzón de la capital. Juan Luis Cabrera, Juan Bruno Tarraza, y sobre todo Mariano Mercerón fueron muy respetados y muy populares por sus conocimientos y experiencia en el danzón. Por los años 40 del siglo XX Mercerón, santiaguero, tenía su orquesta cubana: Mariano Mercerón y sus muchachos Pimienta. Fue a México y allí se quedó para siempre, fundó otra orquesta y en ella repopularizó su famoso danzón “Cuando canta el cornetín” dedicado a su instrumento.
Cuando Consejo Valiente
hacía cantar el timbal
convertía en festival
el baile rápidamente.
Cuando tocaba, la gente
bailadora agradecía
su entusiasmo, su alegría
y ese ritmo retozón
que le impregnaba al danzón
y de sus manos salía.
Hoy todos los bailadores
recuerdan a don Mariano
como un músico cubano
bueno como los mejores.
De espirituales valores
por su personalidad,
por su humana calidad,
don Mariano Mercerón
fiel amante del danzón
pasó a la inmortalidad.

Los campeones de baile del danzón
En México se celebraron durante todo el siglo XX competencias o concursos de bailadores de danzones, y sus participantes tomaban muy en serio estos eventos. Los ganadores eran proclamados campeones y, al estilo del boxeo profesional, estos destronaban a los campeones anteriores que no podían mantener su triunfo. Se distinguieron, entre otros, el campeón permanente y profesor de baile Vicente Hernández Soriano, conocido como Alegría, con su compañera Lola Álvarez y luego con Ana María Aguilar. Otro gran campeón fue Enrique Romero Flores, no solo de danzón, sino también de tango, género que se bailó mucho en el país. Ganó la faja de campeón en el Salón Principal del D.F. en 1930.
Manuel Escarpín era el bailador más popular de la Casa del Artista y luego del salón Smyrna, donde alcanzó el campeonato en tango, danzón, fox trot y vals. Estos y otros personajes similares son recordados con cariño y añoranza por aquellas personas que los vieron bailar, y que junto a ellos también bailaban sus buenos danzones.

La enseñanza o el aprendizaje del baile de danzón en México
A diferencia de los cubanos, los bailadores mexicanos generalmente pasan por una escuela o academia donde aprenden a bailar correctamente el danzón. Si un bailador llega a un salón y sin tener el dominio necesario para este baile sale a la pista, corre el riesgo de ser el hazmerreír de la fiesta y sobre él llueven las críticas; esto puede y ha dado lugar a peleas personales, a golpes y hasta a tiros.
Cuando se celebró el Festival Internacional del Danzón en 1994, al que hube de asistir, la prensa mexicana dio a conocer la existencia de treinta escuelas o academias para la enseñanza del baile del danzón; esto fue detectado durante los días previos al evento, ya que la prensa estuvo anunciando, comentando y realzando dicho festival, porque como ya es conocido el danzón en ese país es la música que más se baila y muchísimos mexicanos creen que este género es de allí, que allí nació y se desarrolló. Conocí algunos profesores de baile durante el evento citado y me causó gran impresión, pues me había llamado mucho la atención, desde que visité el primer salón —el Riviera, de mi amigo don Simón Jara Gámez—, que todo el mundo bailaba bien y seguía las reglas o costumbres establecidas; noté que los primeros ocho compases de la introducción no se bailaban y que en el noveno ya la compañera estaba frente a su pareja y empezaban a bailar; se practicaban mucho las vueltas a la derecha y a la izquierda y las paradas según la música se hacían con exactitud, todo esto de manera general, pues no todo el mundo tiene el mismo ritmo.

El círculo danzonero de Veracruz
Allá por el año 1997 una destacada promotora del baile de danzón de Veracruz, Natalia Pineda Burgos, conocida como Naty, visitó nuestro país y el movimiento nacional de amigos del danzón le organizó una gira por distintas provincias de manera coordinada, pues cuando salía de una provincia para entrar en la siguiente ya estaba una comisión de recibo y atención esperándola. El entusiasta bailador y promotor del movimiento en Cumanayagua, Cienfuegos, se ofreció voluntariamente para acompañarla y durante casi treinta días recorrió con ella numerosos municipios donde era homenajeada, como una danzonera mexicana admiradora y amante de nuestro baile nacional y nuestro país. A su regreso a Veracruz, Naty fundó un círculo de amigos del danzón al estilo de los cubanos, con el nombre de Miguel Faílde Pérez, el creador del género.

Como bailar
El baile del danzón se constituye de 3 etapas que no necesariamente tiene un orden secuencial. En la primera se baila lentamente y cuidando mucho el estilo dibujando cuadros en el piso y a ritmo de 3 tiempos, en la segunda etapa se aplaude a la orquesta mientras las mujeres se echan aire con el abanico y los hombre se acomodan el bulto: en la tercera parte se baila más rápido (eso sí sin perder el estilo) y a ritmo del son cubano
PASO DE ENTRADA
Posición inicial
Dama comienza con el pie derecho
Caballero comienza con el pie izquierdo
Colocar el pie derecho apoyando el metatarso el peso del cuerpo en el izquierdo
Dar paso lateral, deslizando el pie izquierdo hasta apoyarse en el completo
Pie izquierdo se une al derecho y se apoya el metatarso
Se continua el paso comienza con el izquierdo así alternando los pies.

El danzón en México

En los primeros años del presente siglo, el danzón llegó a Mxico por Veracruz y la península de Yucatán, junto con una maravillosa inmigración de cubanos que salieron de su país precisamente por las convulsiones políticas resultantes de su reciente independencia de España, la intervención de los Estados Unidos de América y la instauración poco afortunada de su primer régimen constitucional.
La música popular de las costas del Golfo de México -particularmente la de Veracruz- muy pronto se vio enriquecida con el danzón, y no fueron pocos los compositores, músicos y bailadores que se asimilaron a tan agradable género tropical, mismo que arraigo definitivamente conservando los elementos originales de estructura y ritmo -con su típico "cinquillo"- pero adquiriendo, a su vez, características locales.
La danzonera aumentó paulatinamente su dotación instrumental incorporando, en la sección de maderas: saxofones altos, saxofones tenores y, en forma muy destacada, el saxofón barítono, sin menoscabo de emplear, ocasionalmente, el sax soprano; en los metales, se aumenta el número de trompetas y trombones y se sustituye el bombardino por el figle, actualmente en desuso. Persisten violines y el contrabajo, asimismo, las percusiones básicas de los timbales y el güiro que se complementan de ordinario con claves.
Hasta la fecha, en el puerto de Veracruz goza de gran fama el barrio de "La Guaca", sobre la intersección de las calles de Manuel Doblado y 1° de Mayo, donde los jarochos bailan el danzón con mayor propiedad, hasta en la vía pública durante el Carnaval, y de continuo, en el aledaño -y no menos famoso- salón de fiestas del Sindicato de Estibadores, sin menoscabo de las exhibiciones semanales que hacen los bailadores en la Plaza de Armas acompañados por la Banda Municipal de Música.
Pero siguiendo la trayectoria del danzón hacia el interior del país, luego de haber arraigado sólidamente en las costas del Golfo, cabe señalar que el 20 de abril de 1920 se inaugura en la capital -en el edificio de la antigua panaderia de "Los Gallos" acondicionado exprofeso- sobre la calle Pensador Mexicano, lo que sería el templo del baile popular y el palacio de la música tropical por antonomasia... el tradicional y legendario Salón México -entre las 7 de la noche y el amanecer del día siguiente- de preferencia por animosa clientela populachera auténtica de "rompe y rasga", que imprimió al sitio un vibrante y peculiar ambiente muy recordado hasta ahora por quienes tuvieron oportunidad de conocerlo y en dónde, por supuesto, el danzón se mantuvo en lugar preponderante.
Son innumerables los acontecimientos, anécdotas y leyendas surgidas en el ámbito de este salón, y bien podría hacerse una compilación sería por cuanto a su contribución en el folclor urbano. Amador Pérez Torres "Dimas", compositor oaxaqueño del clásico danzón "Nereidas" y reconocido director, retirado, de bandas de música y danzoneras (por muchos años, precisamente en el Salón México), narra "...había concursos de tango, de danzón, de paso-doble y hasta de vals clásico" "...Ventura Miranda era el rey, el campeón del danzón. Las mujeres consideraban un gran honor que las tomara por pareja. Y en las Navidades, se organizaba una auténtica posada, con María y José seleccionados entre los clientes habituales, quienes llegaban en burro con un niño rubio alquilado en el vecindario del 2 de Abril y Pensador Mexicano".
Algunos parroquianos presenciales informan que "...delimitaban la categoría y condición de la clientela, tres espaciosos salones que eran conocidos, respectivamente, como "del sebo", "de la manteca" y "de la mantequilla" este último -por supuesto-, era el de mayor alcurnia dentro de la tónica general del lugar..." Y ha pasado al dominio público, aunque "Dimas" asegura que era pura vacilada, el texto del irónico letrero -colocado seguramente en el salón "del sebo"-, que advertía: "Se suplica abstenerse de arrojar colillas encendidas en el piso, para evitar que las señoritas se quemen los pies".
Al principio de los sesentas, el Salón México cerró por incosteabilidad ante una disposición gubernamental de la ciudad que restringía el horario para los centros de baile. Sin embargo, en nuestros días, son varios los salones que funcionan -con el horario del reglamento- manteniendo relativamente la tradición, muy concurridos pero sin la inolvidable característica, única del México, que en su momento, fue centro de atracción y curiosidad de propios y extraños, visitado con frecuencia por personajes famosos del medio artístico, político, deportivo y de la alta sociedad.
En 1936, el célebre compositor neoyorquino Aarón Coplan tomó el nombre de este salón de baile e inspirado en su singular ambiente, escribió una de sus más deliciosas y conocidas obras, precisamente "Salón México" aunque, curiosamente, no utilizó tema musical relacionado con el danzón y si el tema de una canción popular del siglo XIX "El mosquito".
Son numerosos los directores de danzoneras y orquestas, compositores, arreglistas y ejecutantes del género, los que han adquirido fama y prestigio gracias a los salones populares de baile capitalinos y que, en una u otra forma, han participado en el auge del danzón mexicano, cuya ejecución también se escucha con frecuencia en bandas de música, marimbas, mariachis y otros grupos no necesariamente tropicales. Pueden mencionarse sobresalientes -con riesgo de omitir injusta pero involuntariamente a algunos-, entre los de origen cubano: Consejo Valiente "Acerina", Mariano Mercerón y Arturo Núñez. Y asimismo entre los mexicanos ocupan relevante lugar: el ya mencionado Amador Pérez Torres "Dimas", el veracruzano Noé Fajardo, el yucateco José Gamboa Ceballos, el chiapaneco Rafael de Paz, Carlos Campos con su muy particular estilo; Everardo y Juan Córdoba, Agustín Pasos, Marciano Pacheco, José Bójorquez, Macario Luna y tantos más cuya relación resultaría, a la vez que difícil de completar, extraordinariamente amplia.
Entre los danzones más conocidos pueden citarse: "Nereidas" (Amador Pérez Torres "Dimas"), "Pulque para 2" (Gus Moreno), "Mocambo" (Emilio Renté), "Teléfono a larga distancia" (Aniceto Díaz), "Paludismo agudo" (Esteban Alfonzo), "La Negra" (Gonzalo N. Bravo), "Playa Suave" (Ernesto Domínguez), "Acapulco" (Gus Moreno), "Salón México" (Tomás Ponce Reyes), "Acayucan" (Macario Luna) y "Blanca Estela" (Emilio B. Rosado). "Juárez no debió morir", Esteban Alfonso, "Acayucan", Macario Luna, "Amor del Alma", Vidal Arciga Moncada,El más importante, Danzón No. 2 de Arturo Márquez

El Danzón en la sala de concierto

El compositor mexicano Arturo Márquez ha creado numerosos Danzones para gran orquesta y orquesta de cámara. El más famoso es el Danzón no. 2, que desde su estreno en 1994 es ya un clásico del repertorio latinoamericano contemporáneo. El Danzón no. 8 es un homenaje a Ravel, construido a semejanza de su famoso Bolero.

 

Discografía recomendada

  • 1961 "Antología del Danzón". LD-3724 AREITO. La Habana. Estudios ICAIC.
  • 2006 "El Danzón según Márquez".
  • "Danzones de rompe y rasga". José Casquera
  • 2008``Danzoneando´´ de Alberto Corrales y su orquesta Panorama
  • "Chúpate Esta", Danzonera México.
  • "Salvaje", Danzonera México.
  • "Rosy Roa" Danzonera México.

Principales exponentes  Cuba José Casquera, Felipe Urban, Alberto Corrales y su orquesta Panorama en Cuba

México Amador Pérez Torres Dimas, Acerina y su Danzonera, Luis Arcarás, La Banda de Sam, Chino Flores, Hermanos Sánchez Rosado, Molina, Pasquel, Alfredo Castañeda y sus Cometas, La Clave de Oro, Alejandro Cardona y su Danzonera, Miguel Ángel Serralde, Solistas de Agustín Lara, Casino de Monterrey, La fabulosa Orquesta Olímpica, Marimba Chiapaneca, Toño Escobar y sus Locos, Noé Fajardo, José Gamboa Ceballos, Rafael de Paz, Carlos Campos, Everardo y Juan Córdoba, Agustín Pasos, Marciano Pacheco, José Bójorquez, Macario Luna, Emilio B. Rosado y su Orquesta, Danzonera Mandinga de Luis González, Chucho Rodríguez y su Orquesta, Pablo Beltrán Ruiz y su Orquesta, Max Olvera y su Danzonera Azul y Oro, Internacional Danzonera de Sebastián Cedillo.·

Danzoneros memorables

Pedro y María Elena "Los abuelos", Velia Caro y Luis Peña, Félix Rentería, Laura Calderón, Miguel Ángel y Alicia, Freddy Salazar, Miguel Zamudio, Mario Enrique Requena, Irsa Valencia, Guillermina Moreno de Sánchez y Jorge Arturo Sánchez.

Es importante ver las películas Danzón (película).Salón México (película).

El danzón ritmo cadencioso y rico que de solo oírlo se te mueven los pies, ven te invito a bailar.

ADRIAN GARCÍA CABRAL

 

 

BIBLIOGRAFIA

El danzón

http://mx.oocities.com/baldemusic/generospopulares/danzón.html

Danza-wikipedia,laenciclopedia libre

http://es.wikipedi.org/wiki/Danz%C3%B3n

Trejo, A. ¡Hey, Familia, danzón dedicado a…! Plaza y Valdez Editores



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