martes, 2 de agosto de 2011

UNA DANZA QUE NACE

ARIADNA MOLLEDA GONZÁLEZ

 ... De aquí la danza; torso, brazos, piernas,
vientre pariendo lanzadera
en el telar en flor de la batalla;
de ese cabello en vueltas, el pecado
redentor aparezca, el paraíso
recobrado del fuego.
Flor capilar, ala de flor en vuelo,
alimento del águila que acecha
en la punta del pie. Cerco de espinas...
Rubén Bonifaz Nuño



Los protagonistas del Movimiento Mexicano de Danza Moderna fueron Waldeen y Anna Sokolow, que desarrollaron su tendencia en la danza moderna.  Estas mujeres encontraron en las manifestaciones culturales del país una fuente adecuada de inspiración para que los bailarines y coreógrafos de esa época pudieran expresar y desarrollar una danza alimentada por la historia de sus habitantes. 

Fue así como el periodo clave para la danza mexicana fue entre 1939 y 1940, marcando así un escenario propicio para el surgimiento de la danza moderna en México.

El trabajo de Waldeen y Sokolow fue muy fuerte tanto en el extranjero como en México.  En 1934 la bailarina norteamericana Waldeen visita por primera vez nuestro país y para su segunda visita, en 1939, es invitada por la Secretaría de Educación Pública para formar una compañía en México con su tendencia moderna.

Waldeen comenzó la búsqueda de los posibles integrantes del nuevo grupo y fue así como descubrió, entre otras, a Guillermina Bravo, dentro de la escuela dirigida por Estrella Morales.  La idea de Waldeen era desarrollar una danza humanista constituída con elementos mexicanos  (destacando su realidad política y social) y buscó la técnica como instrumento para lograr una transmutación del fuego interior.

 El grupo organizado por Waldeen inicia en 1940 con una presentación en el Palacio de Bellas Artes.  En este mismo año el grupo de Anna Sokolow realiza su primera presentación, ofreciendo dos temporadas en el Palacio de Bellas Artes.

Sokolow nació en Connecticut y actuó por primera vez en México en 1939; fue discípula de Martha Graham y miembro de su compañía durante 9 años.  Desde su primer visita a México le fue revelada la grandeza del arte y fue así como al año siguiente empieza a trabajar con danzas e imágenes cercadas a México.

Con el encuentro del grupo de danza de Waldeen y el Sokolow en 1940 fue como surgió el Movimiento Mexicano de Danza Moderna. A estas alturas los escenarios  culturales de nuestra patria aportaban las condiciones necesarias para el surgimiento de una danza moderna auténticamente mexicana, pues como dijo el pintor David Alfaro Siqueiros

“El movimiento en la danza es igual al lenguaje en la literatura.  Si el movimiento, como el idioma, no tiene raíces en la conciencia nacional no se puede crear un arte con validez estética”. [1]

El Movimiento Mexicano de Danza Moderna no solo aglutinó a bailarines de estos dos grupos tan importantes, también acudieron escritores, pintores, compositores, técnicos y profesionistas de distintas áreas del conocimiento.  Esta danza moderna tenía una propuesta más libre de la danza clásica, coincidiendo esta con la lucha por la liberación femenina.  Esta buscó movimientos innovadores más accesibles, naturales al cuerpo y lógicas incluyendo el bailar con los pies desnudos.  Sus principales exponentes fueron Guillermina Bravo y Josefina Lavalle.

La aparición de Guillermina Bravo como bailarina profesional coincide con el Movimiento Mexicano de Danza Moderna; más tarde sería colaboradora fundamental de este movimiento.

Sin embargo, a lo largo de su carrera artística y de compartir en el terreno de la danza el gusto y la pasión por la cultura mexicana siente la necesidad de crear un nuevo tipo de danza, netamente de nuestro país.  A lo largo de la historia y gracias a su gran trayectoria supo registrar y rastrear las técnicas y organización adecuadas para adaptarlas a su danza.  Encontró en las pasiones de hombres y mujeres ese sentimiento revolucionario que cambiaría la idea de la danza moderna en México.

            Guillermina buscaba no seguir los patrones ya marcados por el Movimiento Mexicano de Danza Moderna y salirse de los cánones estéticos que se habían auto impuesto.

Se abría camino la danza contemporánea, que a diferencia de la danza moderna buscó la profesionalización del bailarín prolongando sus técnicas y experimentando una mayor flexibilidad.

Al igual que la danza moderna rompió los límites impuestos por la tradición del ballet clásico, ahora la danza contemporánea (“es el nombre que persiste a falta de otro más operativo y genérico, más de acuerdo con los fenómenos que acosan y distinguen a los seres humanos y su historia de finales del siglo XX...”)[2] mostraba los frutos de una técnica.
Gracias a Guillermina Bravo el Ballet Nacional de México estaba preparada para la nueva propuesta y aunque en un principio fueron criticadas sus ideas de hacer danza, el tiempo demostró lo contrario.

La danza contemporánea gustó de la manipulación del movimiento en su forma más pura y aplica la técnica más acabada para expresar de una manera poco formal y alejadas de las rupturas vanguardistas, la época que vivía nuestro país.

Surge la necesidad de llevar la danza a nuevos escenarios, las prácticas colectivas en campo abierto como plazas y edificios públicos se vuelven una propuesta muy atractiva no sólo para los artistas, sino que el público podía tener más contacto con el arte.

Los bailarines de danza contemporánea se entregaban a bailar como una religión sin importar el escenario “... Ni siquiera nos importaba bailar en (el Palacio de Bellas Artes.   Nosotros bailábamos en el lodo, en la tierra, rasgadas las vestiduras.  Nunca nos veíamos bonitos.  Ese era nuestro orgullo.  Nunca nos veíamos bonitos.  Ese era nuestro orgullo.  Ir a bailar en los lugares que nunca se iba a bailar...”3
La danza contemporánea logra su objetivo como una propuesta diferente a la danza moderna conocida en México.  Así pues los 40’s marca el escenario inicial para el surgimiento de la danza contemporánea en México.  

 BIBLIOGRAFÍA

LA DANZA EN MÉXICO, PRIMERA PARTE
PANORAMA CRÍTICO
Alberto Dallal
UNAM

LA DANZA EN MEXICO DEL SIGLO XX

LECTURAS MEXICANAS
Alberto Dallal
CONACULTA

LA MUJER EN LA DANZA 

Alberto Dallal

PANORAMA EDITORIAL

LABERINTO DE VOCES QUE DANZAN

César Delgado Martínez
MÉXICO, INBA, 1991

CÓMO ACERCARSE A LA DANZA

Alberto Dallal
CONACULTA
PLAZA Y VALDEZ EDITORES



[1] Alberto Dallal, “La danza en México, primera parte”, panorama crítico UNAM p. 89

 [2] Alberto Dallal, “La danza en México del siglo XX” Lecturas mexicanas CONACULTA p. 11
 
3 Josefina Lavalle a Alberto Dallal en “La danza en México” Primera parte UNAM p. 65


1 comentario:

  1. Libro
    Waldeen. La Coronela de la danza mexicana
    César Delgado Martínez

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