Esteban Hernández:
la estrella más joven de la danza
Esteban Hernández, otro miembro de una familia tapatía talentosa que forja el éxito en el extranjero, en una imagen reciente.
- Con apenas 17 años, el hermano de Isaac, ingresó en septiembre de 2010 al Royal Ballet de Londres
CIUDAD DE MÉXICO (09/DIC/2011).- En
 2007 Esteban Hernández fue invitado para protagonizar Billy Elliot, en 
Broadway, una obra que cuenta la historia de un chico londinense que 
sueña con ser bailarín y estudiar en la prestigiosa escuela Royal 
Ballet. El contrato era por dos años y la suma de ganancias sería de 10 
millones de dólares. No aceptó. Dedicarse a ese trabajo significaba 
renunciar a la carrera de ballet, pues, irremediablemente, tendría un 
desgaste físico que ya no le permitiría sostener el rigor que requiere 
la disciplina.
Tras
 la declinación, Esteban, de 17 años, y originario de Guadalajara, 
ingresó en septiembre de 2010 al Royal Ballet de Londres en Gran 
Bretaña, siendo el primer y único mexicano becado en esa institución. 
Cosas del destino, se convirtió en el protagonista de su propia 
película.
“Hablé
 con mis papás y decidimos que eso me distraería del ballet clásico y no
 aceptamos. De esa decisión salieron muchas cosas buenas, mi sueño, como
 en la película, era llegar al Royal Ballet, así que en lugar de estar 
en Nueva York interpretando el sueño de otro, yo lo viví en carne propia
 y me fui al Royal”, dice en entrevista.
El
 14 de noviembre se presentó en el Palacio de Bellas Artes, en el marco 
de la gala Un momento para soñar, que tuvo como protagonista a Isaac 
Hernández, su hermano, de 21 años, considerado el mejor bailarín joven 
del mundo. Su participación fue una sorpresa para la audiencia y fue uno
 de los artistas más ovacionados.
Sus
 estudios los empezó desde que era un niño que cursaba el preescolar, a 
los 10 años decidió que el ballet sería su vida. Desde entonces son 
múltiples las medallas y reconocimientos que ha obtenido alrededor del 
mundo. En un año egresará de la academia y buscará conseguir su sueño: 
ser un icono en la historia de la danza.
— ¿Cuál fue su primera reacción al enterarte de que tu hermano y tú estarían en el Palacio de Bellas Artes?
–
 Al principio fue un poco difícil de creer porque no existen eventos de 
esta magnitud para la danza. Después sentí emoción y felicidad.
– Hace poco fueron a Monterrey, ¿qué dice a la distancia de esa función?
—
 Nos fue muy bien, fue nuestro debut bailando juntos en México y creo 
que fue el comienzo de este proyecto, después de vernos allá pensaron 
que también podríamos venir a la ciudad de México.
– ¿Qué dijo su familia al ver al bailarín en el que te has convertido?
–
 En Monterrey fue la primera vez que me vieron como un bailarín 
profesional. Desde que estoy en Londres he cambiado bastante en mi forma
 de bailar y, sobre todo, en mi presentación en el escenario, se me nota
 mucho la diferencia, se me ve más maduro y parezco una persona mayor, 
ya no soy un niño. Esto es lo que me ha dicho mi familia.
– ¿Cuáles son las enseñanzas más grandes en el Royal Ballet, como persona y como bailarín?
–
 Como persona, a ser más exigente porque allá estoy prácticamente solo, 
vivo con otros estudiantes, pero finalmente estoy solo, me ha ayudado 
bastante vivir lejos de mi casa porque me estoy preparando para mi 
futuro. Como bailarín he aprendido mucha técnica, pero sobre todo he 
sentido la parte artística, algo que no había experimentado. He tenido 
muchas presentaciones allá y creo que he madurado como bailarín.
–
 Isaac, su hermano, siempre ha estado acompañado por alguien de la 
familia. Usted, en cambio, no. ¿Cree que esta situación marca una 
diferencia en la carrera que están teniendo?
– No creo que haya mucha diferencia porque él estaba con mi hermana, pero siempre dependió de sí mismo.
— Ha visto la evolución de tu hermano, ¿qué opinas sobre él?
— Es una estrella, es un bailarín totalmente diferente que no se ve en muchas partes del mundo.
– Él opina que entre ustedes hay una sana competencia, ¿así lo cree?
–
 Sí, claro. Somos hermanos y es como un juego, es como si estuviéramos 
en la misma clase y empezamos a decir cosas como “yo salto más que tú”, 
“tú puedes hacer eso y yo no”, “yo hago más piruetas”. Sí hay una 
competencia, pero es un juego.
— ¿Qué sueño que le gustaría cumplir?
-Esto,
 compartir escenario con mi hermano y algunas de las estrellas más 
grandes del mundo en mi país. He estado con otras estrellas en otras 
partes, pero quería estar en México.
— ¿Cómo se imaginas en seis años?
—
 Quiero ser un icono de la danza en el mundo. Ser un ejemplo para los 
estudiantes y para cualquier persona interesada en la danza y en el 
arte.
– ¿Qué hace para conseguirlo?
— Preparándome para llegar a ser el mejor, una vez que lo logre empezaré a trabajar más.
– ¿Es cierto que en Londres hay más respeto hacia el artista?
—
 Sí, en toda Europa es así. Los bailarines no son sólo estrellas para el
 público conocedor, sino para toda la gente. Allá puedes decir que eres 
un bailarín de ballet y la gente se asombra, piensan que es un honor 
conocernos. En México y EU no es así.
— Eso se refleja también en los apoyos y en la difusión de la disciplina.
— Sí, claro, el gobierno les da dinero a las compañías y por eso tienen más presentaciones y son más valoradas.
– ¿Cuánto tiempo le falta para graduarse y qué pasará después; ingresarás a la compañía?
–
 Estoy en mi segundo año y son tres. El plan es entrar al Royal Ballet, 
pero eso depende de muchas cosas, por ejemplo, ahora van a cambiar de 
dirección y puede estar buscando diferentes cosas. No es seguro que 
pueda entrar. Así que tendré que buscar una compañía que se acomode a 
mis necesidades, quiero tener la libertad de hacer cosas, por ejemplo, 
si hay una función en México, yo pueda viajar.
— ¿Qué bailarín encontrarán las compañías que busque?
—
 Esteban, como bailarín, es Esteban. Es decir, podré estar interpretando
 un personaje y contando una historia, pero lo que se ve en el escenario
 soy yo.
— ¿Eso implicará tener una gran seguridad en sí mismo?
—
 Sí, para poder estar seguro en el escenario necesitas, primero, tener 
una gran técnica en el ballet. También confiar en ti y disfrutarlo. 
Últimamente he aprendido que mientras más disfrutas lo que haces, más 
fácil es. Cuando te preocupas mucho y te estresas, no sirve de nada. Si 
estás preocupado no puedes ser como tú eres.
— ¿Finalmente se está reconociendo la labor de la familia Hernández?
— Espero que sí, si esto es el inicio, no me imagino a dónde vamos. De aquí tenemos que ir para adelante.
— ¿Cuándo decidió también quería ser profesional?
—
 Empecé a bailar porque veía a mi hermano Isaac; decidí que también 
quería bailar pero no había pensado en hacerlo de manera profesional, 
hasta después de dos años de estudiar. A los 10 años supe que esto es lo
 que quería hacer en mi vida.
— Hasta ahora, ¿cuál es la función que más recuerda?
—
 La del 2004 en Cuba; se hizo un encuentro de academias de ballet. Yo 
era muy joven para participar en la competencia, tenía 10 años pero me 
invitaron a participar en la gala de apertura y en la de clausura. Hice 
una variación y la gente me empezó a aplaudir, tuve un sentimiento 
increíble que me cambió la vida, supe que eso es lo que quería hacer.
— Ha llegado a cuestionar las decisiones que has tomado.
—
 Claro, siempre hay batallas dentro de uno mismo. Siempre quieres ser 
mejor de lo que eres, nunca estás satisfecho, esto puede ser bueno o 
malo, no puedes dejarte llevar por la negatividad porque te arrastraría,
 pero si esas dudas te motivan a ser mejor que el día anterior, te ayuda
 a mantenerte peleando para seguir adelante.
— ¿Cómo se siente dentro de la danza contemporánea?
–
 En la escuela la exploramos mucho, no sólo desde la perspectiva del 
maestro sino también de nosotros mismos, nos ayuda mucho porque nos 
permite explorar nuestra creatividad. Si puedes hacer clásico, puedes 
bailar contemporáneo, hay gente que cree que son dos cosas distintas. A 
mí me gusta el contemporáneo por la libertad que te da, no te tienes que
 preocupar si diste un mal paso. }
PARA SABER
Reconocimientos
*
 Medalla de Oro en Danza Clásica, en la Competencia Internacional 
TanzOlymp, en Berlín, Alemania. En 2009 se enfrentó a 600 bailarines de 
25 países.
* Gran Prix. Fue la máxima figura y ganador del Concurso Internacional de Ballet Youth America Grand Prix en Nueva York en 2009.
*
 Premio Nacional de la Juventud 2007 en Actividades Artísticas, otorgado
 en octubre de 2008, de manos del presidente Felipe Calderón.
FUENTE:
http://www.informador.com.mx/cultura/2011/343254/6/esteban-hernandez-la-estrella-mas-joven-de-la-danza.htm
 
 
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