domingo, 21 de febrero de 2021

 



Existen hipótesis basadas en fuentes arqueológicas, lingüísticas y mitológicas en las que se plantea que los huicholes descienden de distintos grupos de la familia yuto-nahua que se fueron asentando en la sierra. Por ejemplo, distintas fuentes refieren que es probable que entre sus ascendientes había algunas tribus chichimecas del norte. En su mitología existen narraciones que explican la forma en que los dioses salieron del mar realizando una peregrinación hacia el oriente de la sierra y cómo en el trayecto fueron fundando varios de los poblados hoy conocidos. En fuentes del siglo XVI existen evidencias de que el territorio del pueblo huichol ocupaba mayores proporciones. En gran parte del territorio huichol, las actividades de evangelización comenzaron después de 1722, luego de la guerra de la Mesa del Nayar. A finales del siglo XVIII, los huicholes recibieron títulos agrarios, que definieron los límites de las comunidades actuales. Alrededor de 1850, los evangelizadores culminaron con la construcción de templos católicos en algunos puntos de la sierra y la destrucción de sus principales callihuey, centros ceremoniales de tradición prehispánica, los cuales, durante el dominio de Manuel Lozada, fueron reconstruidos. Durante la guerra Cristera las comunidades se dividieron en distintos bandos, peleando entre sí, por lo que algunas familias emigraron hacia tierras de Nayarit y Durango donde se establecieron en nuevas comunidades y ejidos, en algunos casos entre población no indígena.

 Festividades

Las ceremonias más importantes de los huicholes están estrechamente relacionadas con el ciclo agrícola, con la vida política o con el santoral católico. Las fiestas principales tipo mitote —Hikuri Neixa, Namawita Neixa y Tatei Neixa— se realizan en los centros ceremoniales xiriki y tukipa, en relación con tres momentos críticos del ciclo del cultivo de maíz: la preparación del coamil, la siembra y la obtención de los primeros frutos, respectivamente. Los elementos característicos de un mitote son una o varias noches de cantos de los mara’akate y danzas circulares y zapateados. Durante los cantos, los mara’akate dialogan con las diferentes deidades, se narran diversos episodios de la creación de las cosas existentes en el mundo y de la vida de las deidades ancestrales y se emprenden viajes simbólicos. En casi todas las fiestas, se culmina al amanecer con los sacrificios de animales, cuya sangre se unta en las ofrendas como jícaras, maíz y flechas. Una vez terminada la fiesta, éstas se depositan en los diferentes lugares de culto en el paisaje, donde moran las deidades. En las cabeceras comunales también se realizan fiestas vinculadas a la religión católica, como la semana santa y las mayordomías de santos que pueden ser la Virgen de Guadalupe y San José, según el sitio.

Artesanías

Los huicholes tienen diversas formas de expresión artística basada en su cosmovisión que es plasmada en diversos objetos de uso ritual, pero algunos de estos se han ido convirtiendo en artesanía. Entre los objetos de artesanía se encuentran cuadros de estambre, que se elaboran sobre tablas de madera en las que se coloca una base de cera; objetos de chaquira como bules, violines, jícaras, tambores, y trozos de madera con diferentes figuras. En estas piezas, los motivos más comunes son plantas y animales sagrados, dioses y escenas mitológicas. También se producen morrales y ceñidores elaborados en el telar de cintura, así como diversos bordados con diferentes estilos. Otras artesanías populares, tanto para el uso propio de los huicholes como para la venta, son los collares, pectorales, aretes, pulseras y otras piezas realizadas con chaquira.



No hay comentarios:

Publicar un comentario