lunes, 19 de septiembre de 2011
jueves, 15 de septiembre de 2011
MEXICO EN TUS SENTIDOS.............VIVA MEXICO! ! !
Celebrando la Independencia...... aqui les dejamos una muestra de lo que es nuestro pais, nuestra patria, nuestra tierra.
SALUD........... Y SALUDOS.................
SALUD........... Y SALUDOS.................
sábado, 3 de septiembre de 2011
LOS MASAI
UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
CENTRO UNIVERSITARIO DE ARTE, ARQUITECTURA Y DISEÑO
DIVISIÓN DE ARTE Y HUMANIDADES
TALLER DE ORIGEN DE LA DANZA
LAS DANZAS DE LOS PUEBLOS ABORÍGENES
PROTOCOLO
LOS MASAI
EQUIPO 1 :
Guzmán de Alva Gladis
Vázquez Caro Erick Yaret
Henze Mayan
05 de Octubre 2007
LOS MASAI
Pueblo estimado en unos 883.000 individuos, alrededor del 1% de la población keniata, que viven en Kenia meridional y en Tanzania septentrional. Hablan maa, que es una lengua nilótica oriental. La mayoría de los masais mantienen su religión tradicional, en donde su dios es Nagai y era el dios de la tierra para ellos, las vacas son sagradas, y por tanto lo son su tierra y todos los otros elementos concernientes a su ganado. La etnia masai está compuesta por cuatro grupos tribales diferenciados: los samburu, los arbusa, los baraguyu y los masais. Estos últimos se consideran con el tiempo como el grupo principal, dominando militar y socialmente a los restantes grupos de su propia etnia y a las demás etnias vecinas, entre otras a los Kikuyu y los Nandi.
L
Los masais viven en asentamientos llamados bomas o enkang
que normalmente comprende a varias familias (de diez a veinte
viviendas) , chozas hechas de ramitas y rodeadas por empalizadas para
encerrar el ganado y para mantener su privacidad de los forasteros que
no suelen ser bien recibidos. Las chozas se construyen con unos
extraordinarios ladrillos preparados a base de excrementos de animales,
paja y barro a fin de impermeabilizarlos y darles resistencia. Las
paredes interiores son alisadas y posteriormente ahumadas y suelen
contar con diminutos tragaluces pero no ventanas.
La
sociedad está estructurada mediante un sistema de grupos de edad que
separan a los hombres jóvenes y muchachas preadolescentes de los
mayores, y sus esposas y niños. Cada persona pertenece durante toda su
vida al mismo grupo de edad con e l que participó en los rituales de su
circuncisión. Cada grupo de edad, irá pasando a lo largo de su vida por
sucesivas ceremonias que le permitirá ir a asumiendo mayores cotas de
responsabilidad y poder social. Pasan por siete etapas o grupos de edad,
de las que cuatro corresponden a su situación de guerreros: menor,
guerrero mayor, superior menor y mayor superior. Tras la circuncisión
los chicos se convierten en hombre y guerreros menores. Los guerreros
masai están obligados culturalmente a portar su arma allá donde vayan,
consistentes en un cayado, garrote o espada de unos sesenta centímetros
de longitud, de madera y/o metal.
L
as
características físicas de los masais, fundamentalmente de origen
sudanés, les favorecía para la actividad guerrera, ya que son personas
altas, fuertes y extremadamente ágiles. Los masais, conscientes además
de poseer una gran belleza, adornan profusamente su cuerpo con elegancia
y coquetería, utilizando llamativos collares de cuentas, brazaletes,
pendientes que curiosamente correspondes con el corte de la oreja del
buey o con un dibujo del hierro candente con que marcan su ganado. El
clan de los herreros proporciona a las mujeres unos anillos de bronce
que se colocan formando filas en los brazos y tobillos. Tanto los
hombres como las mujeres lucen vistosas dilataciones en las orejas de
hasta un palmo de longitud en la parte inferior del pabellón auricular, y
del diámetro de una moneda pequeña en la parte superior, que
acostumbran a adornar con maderas y cuentas de colores.
Cuidan
mucho su complicado y decorativo peinado, con numerosas trenzas largas a
las que dan consistencia untándolas con grasa y barro cuyo color tiñe
el pelo de un característico color rojizo. Los jóvenes masai dedican
horas a trenzar el pelo de los guerreros, signo de fortaleza Los
guerreros llevan el pelo largo con una trenza que les cae por delante de
la frente y otra que dejan caer sobre la espalda. Acostumbran a vestir
una tela anudada sobre los hombros de vivos colores, generalmente rojas
con diseños geométricos, sobre otras piezas de ropa.
Los
masai se agrupan para danzar, distribuyéndose en circulo, comienza a
moverse cadenciosamente. Al intensificarse el ritmo, los pesados
collares de cuentas de las muchachas golpeas sus hombros al compás de la
danza. E
ntonces
uno a uno, los guerreros masai se sitúan en el centro y dan unos
espectaculares saltos verticales, los cuerpos rígidamente rectos, las
manos pegada a los costados, las rodillas juntas, y un puñado de hierba
fresca apretada bajo los sobacos. Pueden seguir bailando hasta que todos
se hallan exhaustos. Los cuellos de las mujeres oscilan hacia atrás y
hacia adelante siguiendo el ritmo del tambor; algunas llevan hasta
docenas de collares.
La Danza
Esta danza era practicada para fomentar la reproducción, lo cual la convierte en una danza de tipo fértil. Se dice que las mujeres y hombres que en ese momento eran fértiles se retiraban a un claro en el bosque, sin la compañía de nadie, solo los individuos que en ese momento fueran capaces de procrear. Ahí en el claro del bosque comenzaban a danzar de forma candente, las mujeres trataban de atraer al hombre para que este las escogiera. Los movimientos característicos del hombre masai eran saltos verticales, con las manos pegadas al cuerpo, aquel que llegaba mas alto era el “mejor”. Una vez que el hombre había elegido a una mujer, ambos se retiraban a algún espacio en el bosque en donde tenían relaciones sexuales. Esto no era con el fin de contraer matrimonio, sino únicamente con el fin de procrear y aumentar su población.
Nosotros elegimos esta danza con el fin de mostrar una pequeña parte de la vida de los masai, además de que esta es una de las pocas danzas de los masai en donde también están involucradas las mujeres. La mayoría de sus danzas son únicamente de hombres, que saltan para ver quien es más ágil.
Estamos concientes de que nuestra propuesta puede no ser apegada a la realidad, ya que no conocemos a los masai con exactitud, mas sin embargo tratamos de llegar a crear una danza muy similar a la original, basándonos en información que antropólogos han escrito acerca de ellos y que creemos puede ser cierta.
Guzmán de Alva Gladis
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