domingo, 25 de octubre de 2020

Salsa o Casino

 ESTAMPAS DE CUBA

POR MARIA ARGELIA VIZCAINO

Historia de un mismo baile: Salsa o Casino

«Si bailando no eres ducho / 
porque no aprendiste bien, / 
baila cuando bailan muchos, / 
quees cuando menos te ven.». 
POTOTO Y FILOMENO

Decenas de historias, quizás cientos, se han escrito sobre el origen de lo que en Nueva York popularizaron con el nombre «Salsa», como es natural con sus errores voluntarios e involuntarios sin embargo, muy poco he podido leer sobre el nacimiento del baile que se usa para ejecutar esa forma de música basada principalmente en ritmos cubanos.

Primero hay que reconocer que Cuba es el país que más ritmos populares ha exportado conjuntamente con sus bailes. Desde 1840 asegura Natalio Galán en su excelente libro Cuba y sus Sones que «la Habanera fue el primer ritmo americano que se exportó». Para este año la «Habanera», con tempo más moderado que el tango, comienza como baile y después se hace canto. El  ritmo Tango que le acompaña fue el que sirvió de base para que se creara la contradanza cubana. De las Habaneras nace posteriormente el famoso Tango rioplatense en Argentina-Uruguay, pues su ritmo se escucha ya en Buenos Aires desde 1890. En 1920 se populariza en Cuba la variante Tango-congó, en las zarzuelas “Niña Rita” y “Cecilia Valdés”, las piezas Carabalí, María la O, Canto Siboney de Ernesto Lecuona; Ogguere de Gilberto Valdés; Popopó de Gonzalo Roig; Mamá Inés de Eliseo Grenet, son bailadas en Europa y en el Norte y el Sur de América en revistas musicales.

Entre 1790 a 1820 comienza la evolución en Cuba de la «Contradanza» basada en el ritmo ‘Tango’ en compás 2x4, muy popular en La Habana como baile de figuras, con varias parejas.La Contradanza cubana en compás 6/8 se hizo popular en Santiago de Cuba en el siglo XIX de donde nacieron La Clave, La Guajira, y la Criolla.

De la Contradanza cubana nace en 1830 la «Danza», que se le llamó en el exterior Danza Cubana, Danza Criolla o Danza Habanera. Considerada entre los cubanos como Baile Nacional cuando la Guerra de los Diez Años en 1868 y por esta razón discriminada por los colonialistas españoles, que jamás la mencionaron y la confunden con las Habaneras y con la Contradanza; pero la Danza es de tiempo movido, sin texto y la bailaba una sola pareja.

La Danza decayó por el nacimiento del Danzón, estrenando la primera pieza el maestro Miguel Failde en Matanzas el 1ro. de enero de 1879 con el título de Las Alturas del Simpson. Con el estallido de la parte final de la Guerra de Independencia de Cuba contra España en 1895 se consideró oficialmente por los independentistas el Baile Nacional de Cuba, sustituyendo a la Danza y teniendo gran acogida en el exterior rápidamente, muy especial en México y New York. Es su forma sosegada, más lenta que la Danza, apropiada para nuestro clima, con posibilidades de descanso, la que a mi entender le da esa durabilidad de más de medio siglo en la preferencia de los bailadores, desde luego, evolucionando de acuerdo a cada etapa.

En 1840 también comenzaron a escucharse Boleros cubanos al 2x4 pero todavía con algunos hispanismos; para  1860 es que desaparece en el Bolero cubano la Seguidilla tan española y se usan menos guitarras. En 1870 se le incorpora el ritmo Cinquillo, para escucharse oficialmente en 1885 a Pepe Sánchez creando en Santiago de Cuba la pieza “Tristezas”, considerado el primer bolero cubano y en 1890, ver abundancia de boleristas en la provincia oriental cultivando este género. Después de la fundación de la radio en Cuba en 1922 y la popularidad del fonógrafo, el Bolero se internacionaliza y el mundo cree que está escuchando algo recién creado.

Igualmente en la década de 1930, después de dos siglos y medio de estar cultivando rumbas los esclavos africanos y sus descendientes en Cuba, se popularizó la Conga estilizada y la  Rumba de Salón en Europa y Estados Unidos. Era el mismo tiempo del furor del Son, de ahí que se confundieran. Ese ritmo Son que el mundo conoció ya evolucionado, formalmente entra en Europa en 1929 con la participación de Ignacio Piñeiro y su Septeto en la Exposición Iberoamericana de Sevilla, España, obteniendo diploma y medalla de plata con su tema Suavecito. Otra forma bailable que se confunde con el Son es la Guaracha. Dice desde Madrid en “Muñequito Racista”, su autor Lázaro Morell que «La guaracha surge como género en el
siglo XIX (...) poco a poco va perdiendo sus peculiaridades con el estallido del Son en las primeras décadas del XX, al ser absorbida por el omnipresente ritmo, hasta el punto que la guaracha que hoy conocemos es, en realidad, un son rápido», -especifico yo que solo soy bailadora-, que es por la rapidez de su ritmo y su melodía, no así el Son que el tempo es más variable, separado de la melodía que puede ir en otro tiempo.

En el año 1939, comienza a gestarse un ritmo derivado del Danzón al tratar Orestes López de sincoparlo y mezclarlo con los arreglos orquestales que se usaban para el Jazz norteamericano, pero es el gran arreglista Dámaso Pérez Prado quien lanzó en México la primera pieza que se internacionalizó con el nombre de «Mambo» y muy especialmente los norteamericanos volvieron a bailar música cubana como aquellas tan gustadas Habaneras de 1840.

El éxito del Mambo hizo que el  maestro Enrique Jorrín en 1951 trabajando igualmente con el Danzón, componga “Silver Star” como Mambo-Rumba y son los bailadores  los que le dan por nombre «Chachachá», para que el famoso afroamericano Nat King Cole paseara por el mundo su versión de El Bodeguero de Richard Egües. Del Chachachá  en 1959 nace la «Pachanga» creada por Eduardo Davison, que es un Chachachá más proclive a pasos diferentes, dicen algunos que más bailable. Según declaraciones de Belisario López y Fran Ugarte es una combinación de ritmos que envuelven el Merengue, el Son Montuno y el Mambo. Cuando Davison se exilia en New York en 1961 ya su Pachanga era tocada por Joe Quijano y su Conjuto Cachano (con Charlie Palmieri al piano), además por Johnny Pacheco y para colmo, Arsenio Rodríguez le discutía también su paternidad. (es que con anterioridad el Cieguito Maravilloso había declarado que él había tenido participación en la creación del Mambo).

A grandes rasgos vemos que de 1840 a 1959 fueron más de una docena de formas bailables cubanas las que se exportaron, (Habaneras, Tango-Congó, Boleros, Contradanza, Danza, Danzón, Son, Guaracha, Conga Estilizada, Rumbas de Salón, Mambo, Chachachá, Pachanga, etc.) no sé que les hace pensar a algunos que Cuba se paralizó y no creó ningún otro baile.

viernes, 16 de octubre de 2020

El ballet o la presencia de lo incorpóreo

 

El ballet o la presencia de lo incorpóreo

Bajorrelieve griego que muestra una danza militar. Museo del Vaticano.
http://www.bencourtney.com
Adolfo Hernández Muñoz

Cada vez que acudo al ballet, como me sucedió recientemente, siento la presencia sublime de lo incorpóreo. La vestidura carnal se despoja de sus atributos y se vuelve esencia de dioses. Por eso, hace siglos, el hombre ha honrado sus mitologías con danza y mímica.

En Grecia, con su augusto Olimpo, como en Roma en su vastedad latina, los bailarines aclamaban sus mitos y los elevaban al cielo. En esencia, el ser humano siempre ha bailado compulsivamente ante los misterios que lo rodean. Y así fue durante siglos: en los tristes escenarios del medioevo, con danzas ceremoniosas; o durante los brillos del Renacimiento, con una Catalina de Médicis temida y extraordinaria a la par, hasta desembocar, con permiso de la historia, al romanticismo, y con él a la ópera y al ballet.

Pero, para mejor orden, debemos retroceder y responder a lo que es el nacimiento de este hermoso arte.

En efecto, la palabra ballet es creada en Francia, nos cuenta Victor Andresco en su deliciosa Historia del ballet ruso, por el famoso maestro y violinista –considerado el primero de su época– Baltazarini o Baldassarino di Belgiojoso, conocido por el nombre afrancesado de Beaujoyeux, y apareció en una versión libre del mito de Ulises prisionero de Circe, que lleva el nombre de Ballet Comique de la Reine. El propio Belgiojoso compuso la letra y la música; la poesía recitada es escrita por De Chesney, limosnero del rey. Dicho ballet se creó a instancias de la rubia Catalina de Médicis, para festejar la boda de Margarita de Lorena con el duque de Joyeuse, uno de los mignons del rey.

El vocablo ballet no es de origen italiano, ni francés, sino latino. Proviene de la palabra ballator –bailarín–, que a su vez deriva del griego bailar. Probablemente, fue el maestro Bastiane di Rossi quien dio, en 1585, la mejor definición del ballet, expresada del siguiente modo: “Se entiende por ballet una acción pantomímica con música y danza”. Pero también se entiende que en cualquier acción de danza tiene que haber estrella y conjuntos que lo apoyen, y es nuestro conocido Belgiojoso quien crea, así, la idea del corps de ballet, “una serie de encadenamientos, en los cuales las bailarinas se consideran como miembros de un cuerpo colectivo y no separadamente”.

No obstante, desde el siglo XIX han surgido escuelas señeras en varios países europeos y americanos. El ballet se ha internacionalizado y su arte etéreo ha mezclado sus sangres eslavas con otras corrientes que nos sitúan en presencia de grandes logros. Hay una constelación de nombres: bailarines, promotores, músicos, poetas, escritores que han dado grandes aportaciones a un arte sin igual. Todo un ciclo de grandeza. Los nombres se evocan por sí mismos. Entre las bailarinas: Virginia Zucchi, María Taglioni… de esta última, el escritor francés Théophile Gautier (autor del argumento del celebérrimo Giselle, 1841), diría, en su época: “Se trata de un genio”. Y para corroborar el juicio del gran escritor, en Milán, la ingrávida Taglioni es seguida, en medio de un entusiasmo indescriptible, por la Orquesta de la Scala hasta su hotel para ser ovacionada constantemente.De todos los países europeos, fue el ruso el más fiel exponente de la grandeza en la escuela del baile estilizado. En efecto, Moscú y San Petersburgo albergaban –y albergan– en sus óperas, escuelas de danza de un prestigio incomparable. Así, el Teatro Mariinsky en Petersburgo y el Bolshoi en la capital rusa han sido –y todavía lo son– semillero ininterrumpido de creatividad siempre pleno de talento que a veces raya en lo genial. El zarismo y el bolchevismo, como ahora la naciente democracia, son telones de fondo de una actividad, de un arte, que ha sido siempre orgullo eslavo. Ellos son, por mucho, los reyes de la danza. No se puede hablar de ballet sin sentir la presencia de lo ruso.

En el Olimpo de la danza cabe mencionar a Fanny Elssler, austriaca, con exitosa carrera; Carlota Grisi (otra Giselle). La inmortal Anna Pavlova, famosa en el mundo entero en su presentación de La muerte del cisne. Anna era la belleza frágil y remota. Pero, ¿cómo olvidar a Tamara Karsávina, dotada de una gracia natural sublime? Spessiva, Márkova, Galina Ulánova, Alicia Alonso, Margot Fonteyn, Maia Pleissetskaya y, en la actualidad, Natalia Bessmertnova (que hace algunos años se presentó en los escenarios mexicanos).

Por otra parte, los promotores de este arte fueron gigantes en organización y creación; en vorágines que casi los volvían locos y sin excepción, excéntricos, lograron arrastrar a una pléyade de músicos, pintores y escritores para que dieran talento y colorido a un arte plástico que todo pedía y todo devoraba. Nombres como Petipa, Diáguilev (apodado El Coloso), Wasil de Basil, el Marqués de Cuevas, Leónidas Massine y el empresario americano Salomón Hurok extendieron la presencia del ballet por todos los confines civilizados del planeta. Pintores como Juan Gris, Picasso y Miró forman parte de una amplia nómina de talentos, en tanto que la música es recreada por el genio de Chopin, Adam, Glazunov, Minkus, Gounod, Bizet, Tchaikovsky, a los que se unieron los contemporáneos como Manuel de Falla, Fauré, Debussy, Ravel, Prokofiev, Stravinsky, y más recientemente, Auric, Copland y Gershwin.Las estrellas de la danza actual se benefician de la magia del cine a color y del video para preservar sus artes a la posteridad. Por lo que se refiere a los bailarines, nadie puede echar a olvido al celebérrimo Vaslav Nijinsky, envuelto, en sus años finales, en una locura terrible. En estos últimos años, Serguei Lifar, Nureyev, Antón Dolín, Bujones, Mijaíl Barishnikov.

Todos ellos –y otros que escapan a nuestra memoria– ocupan un cielo luminoso en el ballet moderno. Asimismo, los escritores han tomado leyendas y su ingenio propio para crear y adaptar temas como el legendario Gauthier con Las sílfides, una de las obras cumbre, junto con El lago de los cisnes, de la danza clásica.

Cientos de anécdotas cubren la historia del ballet. Hubo parejas célebres que recorrieron el mundo triunfalmente, entre ellas una que concitó admiración: Tamara Karsavina y Vaslav Nijinsky (este último se perdió en las nubes de la locura y, como Don Quijote, cuando le volvió la razón era demasiado tarde, pues la muerte lo rondaba y se lo llevó).

Hasta México han llegado, en repetidas ocasiones, la compañía completa del Kirov y la compañía del teatro Bolshoi. Hemos visto a grandes bailarinas como Zhanna Ayupova y la gran Natalia Bessmertnova. Otros vendrán para renovar, ante nosotros, la magia imperecedera del ballet.

 

miércoles, 14 de octubre de 2020

DANZATRINAS


 Esto que me encontré en Instagram es digno de regresar y darlo a conocer en este espacio que tiene  (AÙN TIENE) la finalidad de difundir LA DANZA y todo aquello que rodea a nuestra ACTIVIDAD VITAL.


EDGAR OLGUÌN  Fotografo...

https://www.instagram.com/edgarolguinfotografo/?hl=es-la

LA DANZA HECHA POESÍA en un click

NUESTRA ADMIRACIÓN POR EL TRABAJO DE ESTE ARTÌFICE DE LA LENTE  


Foto del perfil de edgarolguinfotografo

¿Nieve o pulque de cempas?

Las cempas florecen en el otoño (cerca del Día de Muertos). Se dice que sus pétalos de color amarillo marcan la senda que deben recorrer los muertos durante la visita que hacen estos días porque se supone que guardan el calor del sol y su aroma los llama.

Esta fue mi primera sesión de Danzatrinas y al leer que varias bailarinas no estaban seguras de ser catrinas y bailarinas en un mismo click, yo no estaba seguro si iba a publicar esta serie. La prensa me buscó, hicieron notas en medios masivos de comunicación y un año después esta serie me llevó a Moscú a mostrar mi trabajo y conocer el metro más bello del mundo!